lunes, 11 de octubre de 2010

¿De verdad hay gente que pasa del sexo?

Las puertas del armario se vuelven a abrir para dejar salir a un nuevo grupo con una orientación sexual diferente a lo que hasta ahora conocíamos. Son los llamados asexuales: hombres y mujeres completamente sanos, sin ningún interés por el sexo.

Qué significa ser asexual ¿Llega la revolución asexual?

Cuando se habla de asexualidad surgen más preguntas que respuestas. Científicamente, sólo ha quedado demostrada en ciertos mamíferos, roedores y carneros concretamente, y muchos son los que abogan porque se estudien las causas hormonales de este fenómeno para tener una base sobre la que asentar la investigación en los humanos.

La asexualidad a estudio
Actualmente, existen muchas corrientes que interpretan la asexualidad de diferente forma. Psicólogos y sexólogos no se ponen de acuerdo sobre este fenómeno. El abanico tan amplio de experiencias de personas asexuadas sugiere que las causas subyacentes de su carencia de atracción sexual sean muy diferentes. “Existen distintas problemáticas que te pueden llevar a una disminución gradual del deseo e incluso a no tener actividad sexual, probablemente tantas como personas estén en dicha situación”, afirman los sexólogos Ana Fernández e Iván Rotella.
Entre las investigaciones que se han realizado sobre los orígenes de la asexualidad se encuentra la de John DeLamater, un experto en sexualidad humana de la Universidad de Wisconsin en Madison, que afirma que “la categoría de asexual que acoge a un porcentaje de población predispuesta a la inactividad sexual podría ser nueva, pero no irrazonable”.
Por otro lado, Donald Strassberg, profesor de psicología de la Universidad UTA, ha centrado sus investigaciones en la función sexual y la disfunción sexual, llegando a la conclusión de que “la asexualidad podría ser explicada desde estos dos frentes. El primero, Desorden del Deseo Sexual Hipoactivo (HSDD, Hypoactive Sexual Desire Disorder), pertenece a los individuos que, considerando la oportunidad de tener el sexo, pasan o lo hacen sin ningún tipo de interés. Por otro lado, se encuentra el Desorden de Aversión Sexual. En este caso, sexo y placer existen como contraposiciones polares”.
Para Mary Bucholtz, profesora asociada de lingüística en la Universidad de California en Santa Bárbara, que se ha pasado la mayor parte de su carrera estudiando al asexual involuntario a través de los "hijras", eunucos indios que fueron castrados en la pubertad, piensa que “es importante distinguir entre muchas dimensiones de asexualidad, incluyendo la abstinencia religiosa, el ascetismo y la disfunción sexual. Pero los asexuales que no siente ningún tipo de deseo son individuos únicos y merecen ser reconocidos como tal”.
Esta falta de unificación de criterios en los estudios convierte a la gente que se define como asexual en todo un misterio científico.

¿Enfermedad o nueva orientación sexual?
“Si tú te sientes bien teniendo poco deseo sexual y poca o ninguna práctica erótica, no tienes por qué cambiar"

Para la psicología, generalmente, las personas asexuales sufren disfunción que puede causar un comportamiento asexuado. “El bajo deseo o deseo inhibido es un problema sexual que los sexólogos llevamos años abordando en terapia. Por otra parte, tiene buen pronóstico si hay implicación de ambos miembros de la pareja. No tiene nada que ver con el hecho de que te gusten los hombres o las mujeres, que sería la orientación de ese deseo (inhibido o no)”, afirman los directores del Centro de Atención Sexológica de Avilés.
Partiendo de esta premisa muchos doctores aconsejan buscar ayuda para solucionar lo que ellos consideran un problema sexual. Para ello, analizan las condiciones del paciente para averiguar el origen emocional u orgánico de la disfunción. Ana Fernández e Iván Rotella opinan que, “ un bajo deseo sexual puede deberse a múltiples factores. Desde una situación de estrés, pasando por falta de espacios de calidad para el encuentro de la pareja. Puede también deberse a unas relaciones sexuales que no han sido agradables y hayan llevado a pensar que todos los encuentros eróticos son así y, por tanto, lógicamente, provoque el rechazo de los mismos. También hay personas que tiene menor deseo que otras, por una cuestión puramente fisiológica, no todas estamos construidas igual. Esto no es ni mejor ni peor”.
Sea como fuere, su consejo es que “cualquiera que tenga algún problema relacionado con su sexualidad, se ponga en manos de un profesional de la sexología. Puede encontrarse un directorio profesional de los mismos en la web de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (www.aeps.es)”.
Pero, ¿qué ocurre cuándo cuando los asexuales rehuyen estos tratamientos médicos al considerar que no tienen ningún problema físico ni psicológico?
Los especialista Ana e Iván nos dan la clave: “si tú te sientes bien teniendo poco deseo sexual y poca o ninguna práctica erótica, no tienes por qué cambiar. No es obligatorio tener actividad sexual ni tampoco existe un baremo que nos diga qué cantidad de deseo es la recomendable. Ahora bien, si la situación no te hace sentir bien, pone en peligro la estabilidad de tu vida en pareja o simplemente echas de menos sentir lo que sentías en un momento dado, estamos ante un problema de fácil abordaje. La solución pasa por ponerse en manos de un profesional de la sexología, y el resultado va a depender siempre de que la persona se implique en el proceso de la terapia sexológica”.


¿Revolución asexual?
Pero una voz se revela contra la opinión de psicólogos y sexólogos. Igual que ocurrió con la corriente gay activista que surgió en los años 70, un grupo de asexuales se ha organizado para gritarle al mundo que son absolutamente sanos y felices sin sexo alguno.
Existe una comunidad virtual asexuada donde se ofrece apoyo y ayuda a aquellos que quieran asumir su asexualidad, donde se lucha contra frases como ‘no has encontrado a la persona adecuada’ o ‘eso es que has vivido malas experiencias’, en definitiva, donde se defiende el derecho a abstenerse. ¿La finalidad? Que se reconozca la asexualidad como una orientación tan válida como la heterosexualidad o la homosexualidad.
Así, por ejemplo, la Asexual Visibility and Education Network (AVEN), la comunidad asexuada más grande que existe, ha sido diseñada para facilitar el diálogo entre asexuales. Muchos la definen como “un don del cielo para corazones solitarios asexuados”.
Otro ejemplo es el website de Asexual Pals (http://www.asexualpals.com/), quienes consideran que han abierto la puerta a los que, a diferencia de los célibes, reclaman su aversión al sexo.

2 comentarios:

Diego83 dijo...

Un articulo muy chulo, cada vez es más frecuente ver artículos de este tipo publicados en diferentes medios

Lucía dijo...

Pues habrá que tomar nota para ver cómo evoluciona la información sobre nosotros. Supongo que favorablemente, pero habrá que dar un empujoncito más. Ahí vamos!!!!