El siguiente artículo pertenece a uno de nosotros, alguien que cuenta sin tapujos su sufrimiento por ser, simple y sencillamente eso, asexual. Es posible que algunos de vosotros ya le conozcáis y os suene lo que vais a leer pero su idea resulta muy interesante y, en mi opinión, no le falta razón. Sea como fuere, he querido incluirlo aquí para beneficio de todos y todas.
Mis saludos.
Este post es de mi autoría (Gerardo G. C.) [User: camaleonslpc]
Harto de
que se nos discrimine, de que se nos trate mal, mi paciencia se ha colmado y voy
a poner en marcha algo que las comunidades asexuales no hicieron.
En una sociedad hipersexual, donde el sexo es vendido por
la televisión, prensa, radio, Internet... donde toda la gente parece repetir todas las mismas frases como
una legión, aún hay un poco de luz al fondo, gente que no siente interés por
temas sexuales, que deciden usar su fuerza y su voluntad para ayudarse a sí
mismos y a los demás.
Mientras que los homosexuales, son cada vez más
aceptados, los asexuales, los que no sentimos atracción por ningún sexo, tenemos
que aguantar, tenemos que tragar la mierda que nos tira encima la gente,
vertiendo sus frustraciones sobre nosotros, como serpientes viles y sin
sentimientos.
Por algo tan inocente como no interesarnos por el sexo,
tenemos que aguantar discursos que parecen de Fidel Castro, insultos, vejaciones
y demás, simplemente por no sentir atracción ni por mujeres ni por hombres.
Algo tan inocente como eso, es por lo que a los asexuales se nos tacha
de todo, porque la gente tiene un discurso en la cabeza que quieren repetir a
toda costa, tratándonos como ganado, como engendros de la naturaleza, como si
les debiéramos algo, y el mayor "delito" que hemos cometido es no sentir
atracción por nadie, por la falta de interés en temas sexuales.
Porque
al igual que hay gente que le gusta el otro sexo, que le gusta el propio o los
2, hay gente a la que no le gusta ninguno, y eso, hoy en día, es difícil que
entre en la cabeza de sociedad.
Yo he sentido miedo muchas veces, me han
rechazado muchas veces, me han golpeado muchas veces, me han insultado, vejado,
por algo tan insignificante como no interesarse por el sexo.
Hubo
momentos de depresión en mi vida, hubo momentos en los que quería morir porque
ya no podía soportar tanto dolor, porque la gente ruín no me dejaba en paz por
lo que soy. He tenido que esconderme para no llevar palizas, he tenido que huir,
y muchas veces pensé que si esto era lo que me esperaba de por vida, mejor estar
muerto, pensé en el suicidio, pero mucha gente me apoyó para dejar la depresión
que suponía mi condición asexual.
Ahora estoy más vivo que nunca, ahora
tengo fuerza de voluntad y no me dejo avasallar por nadie, intento crecer como
persona, e intento ayudar a los asexuales para que no les pase lo que a mí, para
que lo que me pasó sea lo último que puede ocurrirle a un asexual, que no
tenemos que aguantar las frustraciones de la gente ni el desprecio de nadie.
Creí que era el único, pensé que era un engendro como me querían hacer
pensar, pero hay más como yo, muchos más como yo, y descubrí AVEN, donde nos
reunimos para darnos ánimos, el ánimo de vivir que nos quita la gente, hay
muchos que piensan en el suicidio porque les pegan por lo que son, porque les
insultan o los desprecian.
Yo me he propuesto que ningún asexual vuelva
a recibir daños de ningún tipo, voy a devolver la alegría a la gente asexual,
que como yo, tuvieron que aguantar de todo.
Y por ello, pido comprensión
por parte de los que lean esto, que no crucen la raya del respeto a la
humillación, he creado estos panfletos y estoy hablando con asexuales de AVEN
para repartirlos por diversos lugares de educación sexual, en mi opinión, es más
fácil instruír a un joven que aún se está formando, sobre lo que es la
asexualidad, que intentarlo de golpe con un adulto, que ya tiene su forma de ver
la vida y no quiere cambiarla para que no se desmoronen sus estereotipos.
Podéis leer más aquí:
http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/14830903/Mis-panfletos-sobre-asexualidad-y-explicaciones.html
El propósito de este blog es dar a conocer los aspectos más relevantes de la asexualidad y todo lo relativo a su espectro. También podrás acceder a mi servicio de coaching especializado en sexualidad para resolver tus dudas y alcanzar tu propia aceptación y bienestar.
domingo, 20 de mayo de 2012
domingo, 13 de mayo de 2012
Asexualidad: ¿Trastorno o forma de ser?
El concepto de asexualidad se refiere a la falta o a la disminución de atracción
sexual, y la búsqueda de otros recursos para sostener la relación de pareja. Las
personas asexuadas consideran que no sufren ningún trastorno (deseo sexual
hipoactivo o fobias sexuales). Por el contrario, se sienten saludables y aceptan
la disminución del deseo como una de las diferentes formas de identidad
sexual.
La mayoría de los sujetos asexuados se sienten así desde que empiezan a tener relaciones. Otros han pasado por un periodo de deseo más alto y luego vuelven a niveles bajos.
Existen asexuados hétero, homo y bisexuales, en todos los casos se estimulan otras áreas para sostener a la pareja: romanticismo, comunicación, afinidades, gustos, trabajo, etc. Sin embargo, se aclara que se pueden autosatisfacer o tener encuentros sexuales, sólo que no son frecuentes ni son una prioridad en la vida personal o en la pareja.
Un motivo de sufrimiento
La asexualidad puede aparecer desde el principio: un sujeto joven (hombre o mujer) se siente diferente al resto por carecer de interés o atracción sexual. Muchos se aíslan y no comparten actividades por temor a ser discriminados por no hablar de sexo, o por no compartir con sus pares experiencias de esa índole. Otros mienten para ser aceptados.
Cuando se enamoran, dejan que el otro se dé cuenta de su bajo nivel de excitación o se exponen a relaciones sexuales para “probarse”. Es muy común que estos adultos jóvenes tengan la esperanza de que en algún momento el deseo se intensifique. Construyen un “ideal” inalcanzable, con el consiguiente sufrimiento o extrañeza de sí mismos por no ser como los demás.
En todos estos casos observamos cómo las pautas de “normatividad” influyen en la vida de los jóvenes e imponen su estatuto de normalidad. Esto es sentirse estimulados, seducir, conquistar y tener relaciones sexuales como consecuencia inevitable.
Descartando causas
Las personas asexuadas no quieren ser consideradas “enfermas” ni catalogadas con diagnósticos médicos (deseo sexual hipoactivo o trastorno por aversión al sexo). También rechazan interpretaciones psicológicas que explican su “problema” como el resultado de las defensas: la represión, sublimación o desplazamiento del deseo hacia otros objetivos.
Los asexuados definen la asexualidad como una de las tantas formas de identidad y son congruentes con su forma de sentir. Defienden las relaciones vinculares basadas en el romanticismo sin tener a lo erótico como objetivo prioritario.
No obstante, muchos problemas que aquejan al deseo son provocados por trastornos médicos (endócrinos, efectos adversos de fármacos, etc.), así como psicológicos (traumas sexuales, parejas conflictivas, violencia, poca estimulación, rutina, etc.). Es fundamental el descarte de estas y otras causas que pueden bajar el deseo.
Reconocerse como asexuados implica asumir esta condición como un aspecto de la identidad en general y aceptar que no es una forma rígida, sino que está sujeta a variaciones según el momento de vida y las relaciones amorosas. Pero el denominador común seguirá siendo un nivel bajo de atracción y la movilización de otros recursos amatorios.
Fuente: http://www.entremujeres.com/pareja-y-sexo/sexo/sexo-pareja-columnista-deseo-sexual-falta-ganas-asexual-sexologo-asexuados_0_694130663.html
La mayoría de los sujetos asexuados se sienten así desde que empiezan a tener relaciones. Otros han pasado por un periodo de deseo más alto y luego vuelven a niveles bajos.
Existen asexuados hétero, homo y bisexuales, en todos los casos se estimulan otras áreas para sostener a la pareja: romanticismo, comunicación, afinidades, gustos, trabajo, etc. Sin embargo, se aclara que se pueden autosatisfacer o tener encuentros sexuales, sólo que no son frecuentes ni son una prioridad en la vida personal o en la pareja.
Un motivo de sufrimiento
La asexualidad puede aparecer desde el principio: un sujeto joven (hombre o mujer) se siente diferente al resto por carecer de interés o atracción sexual. Muchos se aíslan y no comparten actividades por temor a ser discriminados por no hablar de sexo, o por no compartir con sus pares experiencias de esa índole. Otros mienten para ser aceptados.
Cuando se enamoran, dejan que el otro se dé cuenta de su bajo nivel de excitación o se exponen a relaciones sexuales para “probarse”. Es muy común que estos adultos jóvenes tengan la esperanza de que en algún momento el deseo se intensifique. Construyen un “ideal” inalcanzable, con el consiguiente sufrimiento o extrañeza de sí mismos por no ser como los demás.
En todos estos casos observamos cómo las pautas de “normatividad” influyen en la vida de los jóvenes e imponen su estatuto de normalidad. Esto es sentirse estimulados, seducir, conquistar y tener relaciones sexuales como consecuencia inevitable.
Descartando causas
Las personas asexuadas no quieren ser consideradas “enfermas” ni catalogadas con diagnósticos médicos (deseo sexual hipoactivo o trastorno por aversión al sexo). También rechazan interpretaciones psicológicas que explican su “problema” como el resultado de las defensas: la represión, sublimación o desplazamiento del deseo hacia otros objetivos.
Los asexuados definen la asexualidad como una de las tantas formas de identidad y son congruentes con su forma de sentir. Defienden las relaciones vinculares basadas en el romanticismo sin tener a lo erótico como objetivo prioritario.
No obstante, muchos problemas que aquejan al deseo son provocados por trastornos médicos (endócrinos, efectos adversos de fármacos, etc.), así como psicológicos (traumas sexuales, parejas conflictivas, violencia, poca estimulación, rutina, etc.). Es fundamental el descarte de estas y otras causas que pueden bajar el deseo.
Reconocerse como asexuados implica asumir esta condición como un aspecto de la identidad en general y aceptar que no es una forma rígida, sino que está sujeta a variaciones según el momento de vida y las relaciones amorosas. Pero el denominador común seguirá siendo un nivel bajo de atracción y la movilización de otros recursos amatorios.
Fuente: http://www.entremujeres.com/pareja-y-sexo/sexo/sexo-pareja-columnista-deseo-sexual-falta-ganas-asexual-sexologo-asexuados_0_694130663.html
sábado, 12 de mayo de 2012
Neutral point of view
Artículo publicado en julio del 2009
Si eres de los que todavía creen que el universo sexual se reduce a heteros, gays, bi o transexuales, andas bastante equivocado. Existen otras orientaciones que congregan a numerosas minorías tan válidas como las arriba mencionadas. Entre estas, los asexuales serían una de ellas, comunidad de personas empeñadas en sentirse normales pes a quienes le tachan de extraños o incluso de hasta enfermos metales. ¿Por qué?
En verdad todo gira en función de la atracción sexual. Hetero hacia el sexo opuesto, homo hacia el mismo, bi hacia los dos... Pero, ¿qué ocurre con aquellos humanos que no sienten deseo alguno por nadie? Cumpliendo con la premisa que nos caracteriza de etiquetar cualquier condición, estos ya han recibido su particular sambenito: asexual, un término todavía no demasiado conocido, pero que cada vez suena con más insistencia en nuestro pequeño mundo global para catalogar a quienes piensan que las emociones y la comunicación no necesariamente deben canalizarse a través de la cama.
"¡Soy asexual!" Parece increíble e incluso es bastante difícil concebir la idea de una persona totalmente sana que sea cien por cien indiferente al sexo, más todavía en una época que promueve el disfrute carnal en una amplísima multitud de ámbitos y donde hasta los orgasmos se concentran en fantásticas píldoras azules. Pero cada vez va cogiendo más cuerpo y fuerza este nuevo movimiento sexual que se desmarca de lo tradicional para gritas a los cuatro vientos que ¡se puede ser completamente feliz sin sexo!
[...]
Los hay que sostienen que el bombardeo sexual al que nos someten a diario los distintos medios de comunicación a través de la publicidad, el cine, la televisión... puede ser causa de repugnancia y conductas de este tipo. Otros, que el temor excesivo a las enfermedades de transmisión sexual, y muy especialmente al sida, también puede dañar notoriamente la vida íntima de algunas personas e, incluso, conducir a la sexualidad. También los que consideran que es posible nacer así ya que hay gente que viene al mundo con una secreción hormonal menor, con una biología menos intensa. Existen, a su vez, algunos tipos de anemia que eliminan el deseo: mucha gente convive con una enfermedad sin ser consciente de lo que le sucede a su cuerpo. No es extraño que la depresión, el estrés o cualquier otro exceso de adrenalina (traducida en ira, alegría o tristeza extremas) produzca una pérdida del apetito carnal. La creciente expectativa y presión cultural por estar a la altura puede considerarse como otra de las causas que influyen notoriamente en la naturalidad de las relaciones físicas y el apetito sexual.
[...]
Continua leyendo este artículo en el siguiente enlace y no te pierdas los comentarios, en mi opinión merecen la pena.
http://www.neutralpointofview.com/?p=39
Si eres de los que todavía creen que el universo sexual se reduce a heteros, gays, bi o transexuales, andas bastante equivocado. Existen otras orientaciones que congregan a numerosas minorías tan válidas como las arriba mencionadas. Entre estas, los asexuales serían una de ellas, comunidad de personas empeñadas en sentirse normales pes a quienes le tachan de extraños o incluso de hasta enfermos metales. ¿Por qué?
En verdad todo gira en función de la atracción sexual. Hetero hacia el sexo opuesto, homo hacia el mismo, bi hacia los dos... Pero, ¿qué ocurre con aquellos humanos que no sienten deseo alguno por nadie? Cumpliendo con la premisa que nos caracteriza de etiquetar cualquier condición, estos ya han recibido su particular sambenito: asexual, un término todavía no demasiado conocido, pero que cada vez suena con más insistencia en nuestro pequeño mundo global para catalogar a quienes piensan que las emociones y la comunicación no necesariamente deben canalizarse a través de la cama.
"¡Soy asexual!" Parece increíble e incluso es bastante difícil concebir la idea de una persona totalmente sana que sea cien por cien indiferente al sexo, más todavía en una época que promueve el disfrute carnal en una amplísima multitud de ámbitos y donde hasta los orgasmos se concentran en fantásticas píldoras azules. Pero cada vez va cogiendo más cuerpo y fuerza este nuevo movimiento sexual que se desmarca de lo tradicional para gritas a los cuatro vientos que ¡se puede ser completamente feliz sin sexo!
[...]
Los hay que sostienen que el bombardeo sexual al que nos someten a diario los distintos medios de comunicación a través de la publicidad, el cine, la televisión... puede ser causa de repugnancia y conductas de este tipo. Otros, que el temor excesivo a las enfermedades de transmisión sexual, y muy especialmente al sida, también puede dañar notoriamente la vida íntima de algunas personas e, incluso, conducir a la sexualidad. También los que consideran que es posible nacer así ya que hay gente que viene al mundo con una secreción hormonal menor, con una biología menos intensa. Existen, a su vez, algunos tipos de anemia que eliminan el deseo: mucha gente convive con una enfermedad sin ser consciente de lo que le sucede a su cuerpo. No es extraño que la depresión, el estrés o cualquier otro exceso de adrenalina (traducida en ira, alegría o tristeza extremas) produzca una pérdida del apetito carnal. La creciente expectativa y presión cultural por estar a la altura puede considerarse como otra de las causas que influyen notoriamente en la naturalidad de las relaciones físicas y el apetito sexual.
[...]
Continua leyendo este artículo en el siguiente enlace y no te pierdas los comentarios, en mi opinión merecen la pena.
http://www.neutralpointofview.com/?p=39
Suscribirse a:
Entradas (Atom)