Se autocatalogan como otra orientación sexual, cercana a los asexuales –los que no les interesa tener sexo-. “No me enamoro”, dicen, asegurando: “No soy un robot, no soy una planta (…) Soy arromántico”
Su bandera lleva los colores verde, verde claro, blanco, gris y negro, y celebran su semana anualmente cada noviembre. Los arrománticos, -aquellos que no sienten la necesidad de experimentar una atracción romántica hacia otra persona-, parecen haberse organizado para sacar la cara por todos aquellos que, simplemente, no sienten mariposas en el estómago ni deseos de regalar o recibir flores.
“No siento atracción romántica hacia las personas. No me enamoro, nunca lo he hecho, y la verdad es que el tema tampoco me interesa. Es decir, aunque pudiese estar en una relación amorosa – porque no tengo ningún trauma ni impedimento al formar lazos-, no quiero estarlo. Estoy feliz soltera”, explica una mujer en la web, en su anónima “carta abierta de una persona arromántica a la comunidad sexual y romántica”.
“La orientación romántica no es necesariamente la misma que tu orientación sexual”, continúa relatando la mujer de la carta confesional. “Para nosotros (los arrománticos) no hay necesidad alguna de emparejarse con alguien por razones románticas, aunque podamos hacerlo. Lo que sentimos es amor afectivo – como el amor fraternal, el que se siente entre padres e hijos, o como el amor platónico-”. Tampoco se definen como asexuales.
“Tenemos sentimientos, como cualquier persona, porque somos personas. Ser arromántico no significa que seas frío o que no tengas corazón. No significa que no seas una persona apasionada (…) Simplemente no tengo ningún deseo exclusivamente romántico hacia alguien. No me interesa estar en una relación, y no es porque no he encontrado a la persona indicada, o porque no se me ha dado la oportunidad”, agregó en su misiva.
Consultada sobre la posibilidad de que efectivamente los arrománticos sean otra orientación sexual, la psicóloga y académica de la Universidad Andrés Bello, Lilian Zúñiga, explicó que, si bien es un tipo de orientación, no es sexual, “sino de vida, de vincularse con un otro sin la necesidad que exista todo el romanticismo que la mayoría de las personas buscan en una relación de pareja. Acá la cercanía con el otro es más bien de amistad o cercanía de intereses”.
Según la psicóloga, los arrománticos, al igual que todos los seres humanos, sí tienen la necesidad de relacionarse con otros, pero la diferencia está en que no lo hacen de manera amorosa o romántica; algo primordial en las relaciones de pareja, que diferencia esté vínculo en específico de los de amistad o familiares.
“Los arromanticos no se preparan mentalmente ni psicológicamente ni menos se auto convencen que no quieren romance en su vida, sino que para ellos es algo innato no sentir atracción amorosa ni sexual por el otro (…) No sienten la necesidad de conquistar a un hombre o una mujer, ni menos están en busca del príncipe azul o la mujer de sus sueños (…) y mantienen un contacto más bien distante a las caricias, besos, abrazos y regaloneo, ya que no está intrínsecamente en ellos el generar una relación romántica”, profundizó Zúñiga.
Arrobamiento: cuando un arromántico se enamora
La mujer que entregó su testimonio en internet, con su carta dirigida a la comunidad sexual y romántica, aseguró que el arrobamiento, - enajenarse, quedar fuera de sí, según la RAE-, es lo que les sucede a los arrománticos cuando sienten una “atracción afectiva intensa”, que, aunque no tenga romance, sí podría convertirse en una relación. “Es algo más fuerte que una mera amistad, aunque te arrobes de las personas que son también amigos tuyos”, señaló.
Pero, ¿es posible tener una relación de pareja sin romanticismo? Para la psicóloga, esta opción es complicada. “El romanticismo es muy importante, pues es una forma de comunicación no verbal que permite expresar lo que muchas veces las palabras no logran transmitir, lo que se siente realmente”.
Y si bien no existen investigaciones que expliquen de forma científica por qué alguien puede llegar a ser arromántico, Zúñiga comentó que “una persona no quiere tener una relación amorosa, intimidad, sexo, caricias, besos, regaloneo o cualquier contacto físico de afecto, está relacionado en ocasiones a malas experiencias amorosas, algún tipo de abuso, violación o violencia”. Asimismo, la primera infancia, con todo el afecto de los padres que una persona necesita, también se considera como algo primordial para desarrollar la personalidad en la adultez y generar relaciones sanas.
Por su parte, la mujer del testimonio hace una reflexión en su misiva: “En una sociedad donde tu validez está dictada por tu participación en el romance, la lógica del sistema dicta que las personas como yo no deberían existir. Sin embargo, existo, y el mundo debería aprender a lidiar con eso”.
http://www.el-nacional.com/GDA/Arromanticos-sienten-deseos-amorosos_0_541145891.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario