jueves, 1 de marzo de 2012

Cuestión de preferencias



Por más que lo intento siempre es chocar contra un muro cuando trato de explicarle a alguien qué significa ser asexual. Lo que para nosotros es obvio y se puede resumir en cuatro palabras (falta-de-atracción-sexual) no cabe en el entendimiento de la mayoría.
Por eso pienso que tal vez resulte más sencillo de la forma en que ahora lo voy a explicar.

Para mí la sexualidad no es más que una cuestión de preferencias. En realidad, cualquiera puede entender que la práctica del sexo varía de un individuo a otro en función de sus gustos. Hay quien disfruta mucho con el sexo oral, hay quien no soporta el sexo anal y a quien le encanta, hay mujeres que solo llegan al orgasmo mediante la estimulación del clítoris y para quien la penetración está de más. También hay gente que prefiere practicar sexo con la persona que ama y otra mucha que gusta de practicarlo con desconocidos o incluso con más de una persona a la vez. Podría escribir una lista infinita de posibilidades.
Los asexuales, con excepción de aquellos de nosotros a los que no les motiva el sexo en forma alguna, disfrutamos sexualmente de otra manera y preferimos simplemente no practicarlo con nadie. Es, por tanto, una cuestión de preferencias y gustos dejando la causa aparte. Viéndolo de este modo, no parecemos tan diferentes de los demás ¿verdad?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay muchas personas que son víctimas del sexo, es la peor de las drogas, la más destructiva, desde la gente que ve arruinada su vida por una adicción al sexo imposible de satisfacer si no es con la tarjeta de crédito hasta las miles mujeres y muchas de ellas niñas que son víctimas de la trata de blancas.
Yo me considero una víctima de mi libido incapaz de satisfacerla, de momento y debido a mi juventud nunca he recurrido a la prostitución, ni espero no tener que hacerlo nunca, estoy moralmente en contra de ello. Pero me siento constantemente bombardeado por mensajes publicitarios que recurren al sexo para vender sus productos o servicios y que no hacen más que echar leña al fuego. Muchas veces desearía ser asexual, para no estar pensando constantemente en ello, para sentirme libre de ese yugo que parece que somete a todo el mundo por lo menos a todos los varones heterosexuales que conozco. Para poder ver la televisión tranquilo, pasear por la calle sin importarme los anuncios de lencería de las marquesinas del bus, para poder hacer una vida normal, preocupándome solo de mi carrera profesional, de estar a gusto y féliz con la gente que quiero familia y amigos. No salir ni un fin de semana más pensando en sexo.

Quizá esté idealizando en exceso lo que es la asexualidad, y también tenga su parte negativa. Pero hoy tenía ganas de manifestar lo que pienso y espero que no sea tomado por una intromisión inapropiada en tu blog.
Muchas gracias y disculpas las molestias

Anónimo dijo...

Fe de erratas
"ni espero no tener que hacerlo nunca, estoy moralmente en contra de ello"

Ese ni sobra jaja

Lucía dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con tu forma de pensar y ver la situación. Gracias por tu comentario, yo no habría sabido expresar mejor todo lo que cuentas y tiene mucho valor.
De todos modos, como asexual no demonizo el sexo porque también es algo hermoso cuando uno lo vive y disfruta como la cosa natural que es. Yo creo que ahí está el error, tal vez por la forma en que se nos presenta y vende hemos acabado por desvirtuarlo.
Espero que tú puedas disfrutar de tu sexualidad sin presiones de ningún tipo y que no te sientas o te hagan sentir culpable por ello. Vivelo sanamente porque forma parte de tí.
La asexualidad, según yo la vivo, no es ni buena ni mala, es lo que es y el truco es el mismo para tí que para mí, ser coherentes con aquello que nos hace felices sin importarnos lo que digan ni piensen los demás.
Gracias por visitarnos, es fantástico contar con comentarios de todo tipo y muy agradable ser comprendidos.
Un saludo afectuoso.

Ganímedes dijo...

Creo que es imposible poder explicar a alguien esta forma de ser. Ni siquiera los médicos, en teoría científicos abiertos a cualquier opción, son capaces de atenderte sin dejar un halo de sospecha en el ambiente según la cual estarías en esta situación por mor de múltiples razones (educación estricta, fracasos amorosos, represión de los instintos, miedo al sexo, taras de todo tipo...).

Llevo toda mi vida ocultando mi verdadero ser (incluso inventando una narración vital completamente fuera de la realidad) para poder mantener una mera adaptación a la sociedad en la cual estoy para mi desgracia. Somos unos incomprendidos, algo que, por lo menos para mí, implica tener que esconder mi realidad pese al sufrimiento que me genera.

Lucía dijo...

Es por este mismo motivo, Ganímedes, que se ha creado este blog. No podemos conformarmos con las razones de los demás ya que cada quien tiene las suyas y nosotros las nuestras en esto de la sexualidad.
El silencio es nuestro mayor enememigo en nuestra batalla por la visibilidad y el derecho a ser como somos. Si bien es cierto que hoy por hoy manifestarnos a título individual es un suicidio social, existen otras armas. Pongamos todos nuestro granito de arena y construiremos una montaña difícil de obviar. El hecho de participar en esta pequeña comunidad ya es mucho.
Gracias por tu aportación. Como ves, no estamos solos y sabemos que defendemos algo legítimo.
Un abrazo.