sábado, 24 de enero de 2015

Asexuales: el deseo 'amputado'

  •  El 1% de los jóvenes no siente atracción ni por hombres ni por mujeres.
  •  No rechazan el sexo ni tienen aversión hacia él .
  •  La asexualidad también se ha constatado en animales. 
  •  No tiene nada que ver con fobias o episodios traumáticos. 
El mundo está lleno de ejemplos, pero la palabra produce todavía distancia, desconocimiento e, incluso, cierta desconfianza. La asexualidad no es algo nuevo, ni tampoco una moda que se quiera implantar ahora. La asexualidad existe y ha existido desde siempre. Incluso, se dice que dentro del mundo animal, hay seres asexuales. También dentro de la literatura y el arte, donde el propio Gabriel García Marquez retrató en su Cien años de soledad a Remedios, un personaje incapaz de sentir atracción por nadie. Y existe también, según estudios publicados, en el 1% de la población mundial.
Un 1% de personas en el mundo son asexuales, o lo que es lo mismo, un 1% de personas en todo el mundo no siente atracción sexual ni hacia hombres ni hacia mujeres. ¿Significa eso que eligen vivir sin sexo? ¿Qué tienen aversión o rechazo hacia él? Absolutamente, no. Y es algo que María García, una chica asexual de 25 años y miembro de AVENes (Red para la educación y la visibilidad de la asexualidad para personas hispanohablantes) quiere dejar claro: "Hay personas que sí tienen deseo sexual pero que, por equis razones en su vida, están en periodos de bajo deseo y no quieren tener relaciones. Pero la asexualidad -explica- es una orientación sexual y, en la mayoría de los casos, los que nos calificamos como asexuales, lo somos desde que éramos niños".

El 11,6% entre 15 y 29 años no ha tenido sexo

Según el último Informe de Juventud, de 2012, el 11,6% de los jóvenes entre 15 y 29 años no ha tenido relaciones sexuales de ningún tipo. Aquí podría incluirse ese 1%. Sin embargo, existen algunas excepciones. "Ser asexual no es ser un célibe", aclara Montse, coordinadora de asexualidad en la asociación El Príncipe Lila. Un célibe no tiene relaciones sexuales porque no quiere o su religión se lo prohíbe. Tampoco tiene que ver con ser antisexual (estar en contra del sexo por verlo algo malo o sucio). En contra de lo que se pueda pensar, los asexuales sí pueden tener impulso sexual, y pueden incluso masturbarse. Una cosa es atracción sexual hacia alguien, aclara María, y otra el impulso como tal: "Puedes tenerlo [el impulso sexual], pero no encuentras a una persona que te atraiga sexualmente, que te ponga. Cuando ves a una persona, no piensas en acostarte con ella. Por otro lado, está el deseo sexual, que es querer tener sexo (aunque hay varias definiciones). Uno puede querer tener sexo con alguien por diferentes motivos, distintos a la atracción sexual. Por ejemplo, por curiosidad. O también por la sensación que se produce por la fricción genital".

"Un asexual sí puede tener sexo -confirma Montse-, aunque la frecuencia y necesidad no es la misma que la de otra persona". Es importante también diferenciar entre estética y sexualidad. Una falta de atracción sexual no implica una falta de atracción estética. "Un asexual te puede decir si alguien es guapo, pero no le pone nadie. Y ésta es la diferencia entre un asexual y un célibe o antisexual, que sí pueden sentir atracción, aunque por equis motivos deciden no responder a ella", expone Diana, una joven de 26 años.

Paralelismo con la comida

Nuria Jorba, psicóloga, sexóloga, especialista en coaching sexual y directora del centro que lleva su nombre, en Barcelona, hace un paralelismo con la comida. "Hay veces que comes por desconectar o por aburrimiento. Pero no realmente porque tengas hambre o porque sientas ese componente de placer que te da la comida". Aquí pasa lo mismo, hay personas asexuales que pueden masturbarse, por saciar la ansiedad, simplemente. Incluso los hay que tienen parejas que sí son sexuales y no les importa tener sexo para complacerles. No lo rechazan, sólo que no tienen la necesidad ni esa atracción sexual que se supone que debe haber en las relaciones de pareja.
La asexualidad, por tanto, es completamente diferente a las personas que durante un momento de su vida tienen bajo deseo sexual y rechazan o eliminan de su vida el sexo y las relaciones. Por ejemplo, hay personas que han tenido una experiencia traumática y han desarrollado ciertas fobias. O casos en los que el componente religioso y/o cultural cobran un papel destacado.
El principal problema del desconocimiento de la asexualidad es la falta de visibilidad. O "la falta de comprensión", dice Anna, de 19 años, que como tantas otras personas descubrieron la palabra "asexual" por Internet y se sintió enseguida identificada.

Descubrir la orientación sexual por internet

Lo mismo le pasó a Diana, que descubrió que era asexual con 19 años, cuando rastreando por Internet se encontró con la palabra que la definía. Esta falta de visibilidad se equipara a la homosexualidad de hace 50 años, una orientación castigada durante mucho siglos y que por fortuna ha conseguido salir del armario.
Personas como Lucia Lietsi o el antropólogo y editor Javier León Gómez han tenido mucha culpa de que la asexualidad se conozca un poco más a través de sus publicaciones, han hecho que mucha gente se sintiera "aliviada" y, sobre todo, comprendida. Javier escribió el libro 'Asexualidad ¿Se puede vivir sin sexo?' con una idea clara: "Fue tal el alivio que experimenté cuando descubrí que era asexual que sentí la urgente necesidad de compartirlo". "La asexualidad siempre ha existido -dice-, pero supongo que no es fácil ni para nosotros reconocer que no sentimos el sexo como los demás".
"Imagina cómo se puede sentir un adolescente que no siente la necesidad de experimentar sexualmente con nadie y que, además, cree que tiene que encajar en alguna de las orientaciones sexuales conocidas", reflexiona Lucía, autora del famoso libro 'Diario de una asexual'.
Para ella, el camino no fue fácil, pero al final, consiguió ver luz en la oscuridad del túnel. ¿La solución? Aceptarse tal cual era. «Me torturé durante muchos años tratando de buscar a alguien que me despertase ese deseo y no me importaba que fuese hombre o mujer. Después de años y de muchas experiencias fallidas, decidí aceptarme como soy. Poco después, descubrí en internet la asexualidad y, justo ese día, acabaron mis conflictos», confiesa.

Otras formas de intimidad

En estas personas hay componentes que ocupan un lugar más importante en sus vidas, ya que por el sexo sienten escaso o nulo interés. "La atracción de la gente sexual tiende a incluir el deseo de tener sexo, mientras que los deseos de los asexuales tienden hacia otras formas de intimidad", expone Aura Marqués, psicóloga general sanitaria y directora de la consulta Psicología Viva. Por ello, la amistad, la personalidad, la vida interior de las personas adquieren un valor más importante. Y es que muchos asexuales no hacen una conexión entre amor y sexo, pero sí sienten que pueden expresar su afecto. Es decir, "sentir, expresar amor y sentir intimidad sin ninguna actividad sexual", detalla esta especialista en Psicología.
Dentro de esta orientación sexual, como la definen muchos, existen multitud de claficaciones y de variantes. "Entre las personas asexuales también hay diferentes categorías: las que no tienen deseo sexual pero sí atracción afectiva o romántica, por ejemplo, o las que no sienten ni deseo sexual ni romántico", explica Carme Sánchez, psicóloga clínica y codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona.
El caso de Javier es el primero. Él comparte su vida con otra persona que no se considera asexual. Sin embargo, según relata su propia pareja en el prólogo de su libro, "el amor es algo mucho más amplio que el sexo y se puede vivir lleno de amor sin necesidad de tener distintas prácticas sexuales". Otra forma de sentir, "otra forma de vivir", como define la experta en sexología Nuria Jorbá. "Los asexuales somos gente normal -concluye Javier León- y sentimos las mismas necesidades afectivas que los demás. Nuestro único hándicap es que no sentimos deseo sexual".

FOBIAS

En situaciones traumáticas como casos de violaciones o malos tratos, la víctima puede llegar a negar el sexo, incluso en ocasiones a rechazar su propio cuerpo. Por ejemplo, en el caso de abusos sexuales en la infancia, pueden pasar fundamentalmente, dos cosas: reaccionan con un total rechazo al sexo o con promiscuidad (hay quienes harán girar su vida en torno al sexo, cayendo incluso en conductas de riesgo). En estos casos, es importante hacer una buena intervención psicológica, que fundamentalmente, se se trata en volver a recuperar la confianza.

CULTURA

En países como Japón, se está volviendo muy común el síndrome del celibato. Según una encuesta publicada en 2013, entre los jóvenes de entre 18 y 24 años, el 45% de las mujeres y el 30% de los hombres no están interesados en el sexo. Uno de los motivos que toma fuerza, según explica Carme Sánchez, es el descenso en el índice de natalidad. Las mujeres ya no quieren tener hijos porque implica, en la mayoría de los casos, tener que dejar su puesto de trabajo y dedicarse sólo a ser madres. Y las mujeres ya no quieren ese papel.


RELIGIÓN

Muchos jóvenes, por cuestiones morales y/o religiosas, deciden llegar vírgenes al matrimonio. Pero también en esto hay ciertas variantes: hay quienes llegan vírgenes al matrimonio en lo que a coito se refiere y otros, en cambio, sin haber tenido contacto alguno con el sexo. De hecho, los datos pueden verse reflejados en el 'Informe de Juventud' de 2012: el 11,6% de los jóvenes entre 15 y 29 años no ha tenido relaciones sexuales de ningún tipo, pero el 6% sí han experimentado relaciones, aunque sin penetración. 

viernes, 16 de enero de 2015

Los asexuales reivindican su hueco

Los homosexuales han luchado durante siglos (siguen en ello) para que se reconozca su derecho a estar con una persona de su mismo sexo. Los transgénero y transexuales defienden que se escrute su libertad para mutar de género. Los heteros son una corriente bastante cómoda a la que de vez en cuando le da por decir que tiene más derechos que el resto; y los bisexuales piden encarecidamente que nadie meta las narices en que hoy les apetezca estar con una señorita y mañana con un señorote. Sin embargo, se nos escapa sin saberlo un grupo de género. A menudo ni siquiera las otras minorías son conscientes de su existencia. ¿Cuáles son los derechos que reivindican los asexuales?
Para muchos la palabra consiste tan solo en un término, la definición biológica de una reproducción no corporal o simplemente cualquier cosa que carezca de relaciones sexuales. La autora norteamericana Julie Sondra Decker (1978) publicó en septiembre un libro llamado The invisible orientation (La orientación invisible) para hacer constar que la asexualidad no es un vocablo, sino «un movimiento». Ella lo es y quiere explicar al mundo que su preferencia es una inclinación colectiva que a menudo se siente vulnerada sin que nadie se haga cargo de ello.
Julie, ¿qué es la exactamente la asexualidad?
Hay distintos modos de verlo. Según la mayoría, es una falta de atracción sexual; casi todas las personas asexuales dicen que ellos no se sienten atraídos sexualmente a otras personas. Con menos frecuencia, se define asexualidad como no estar interesado en el sexo, o simplemente no valorarlo.

Si es la falta de atracción sexual o la falta de su valoración o simplemente la falta de sexo, ¿por qué lo consideras una orientación sexual?
No considero la «falta de sexo» como una orientación sexual. Si alguien no tiene relaciones sexuales, a eso se le llamaría castidad, o celibato o abstinencia – todas esas palabras describen el comportamiento-. La asexualidad es considerada una orientación sexual porque describe experiencias de atracción, aunque sea atracción hacia nadie.

Tú eres asexual.
Sí, lo soy.

¿Y tú crees que la gente en general sabe que existís como movimiento?
La gente sabe que hay personas que no quieren sexo en absoluto, o que no quieren practicarlo mucho, pero por lo general piensan que se trata de trastorno.

Por eso escribiste el libro.
Básicamente los asexuales necesitamos recursos mainstream, para hacernos visibles, para explicar lo que significa asexualidad y que la sociedad lo comprenda.

Supongo que a veces se hace difícil de concebir para algunos que no querer sexo sea una inclinación sexual ¿Qué es eso en lo que la gente está equivocada respecto a esta «orientación»?
Muchas personas piensan que la asexualidad es lo mismo que no tener relaciones sexuales, y eso no es cierto. Piensan que los asexuales no tienen relaciones románticas, ¡y muchos sí las tienen! Por lo general se cree que las personas asexuales tienen un trastorno o una afección que les hace así, pero la asexualidad no es una enfermedad ni tiene que ser propia de personas que se sientan solas, o que son demasiado feas para obtener un compañero o que un día «encontrarán a la persona adecuada» y dejarán de identificarse como asexuales… Lo que a mi me gustaría conseguir es que la sociedad sea más respetuosa con los que nos definimos como asexuales.

La verdad es que opino que has acertado en el título de tu libro. Se sabe muy poco de vuestra orientación. No sé si te importa que te cuestione un poco acerca de ella.
Adelante.

Julie, ¿eres virgen?
Yo nunca he tenido relaciones sexuales. Muchos preferimos no incluir el sexo en nuestras vidas.

Y una persona asexual, ¿nunca se siente excitada?
Varía. Algunas personas asexuales experimentan excitación sexual. Algunos no lo hacen.

Pero si tienes excitación, dejas de ser asexual…
La capacidad para excitarse sexualmente no está relacionada con si alguien es asexual.

¿Cuál es tu opinión acerca de tener sexo? Quiero decir, ¿existe algún tipo de relación corporal para los asexuales, aunque no intervengan los órganos sexuales? Por ejemplo, ¿hay besos en la boca?
Yo personalmente no estoy interesada en el sexo ni de acuerdo con él. Tampoco me gusta besar y no deseo una pareja. Pero las opiniones sobre esto entre asexuales varían enormemente. Su concepción del sexo, su opinión sobre besarse, otros tipos de intimidad física… Están desde los que no toleran ningún tipo de sexo a los que les gustan los besos y los abrazos.

Hablemos de amor. ¿Un asexual puede enamorarse?
Es lo mismo: Algunos lo hacen, otros no. Orientación romántica es diferente a orientación sexual.

Y en el caso de un asexual enamorado, ¿cabe la relación con un pareja que no sea asexual?
Sí, y las relaciones con más de dos personas a menudo incluyen a personas asexuales también. Las personas asexuales somos pocos frecuentes, así que si queremos tener una cita, a menudo es difícil encontrar otras personas asexuales. La mayoría de personas asexuales que tienen relaciones románticas lo hacen con parejas que no lo son.

Supongo que habrá casos en los que el asexual renuncie de su condición por enamoramiento. ¿Es frecuente entre asexuales cambiar su orientación a lo largo de la vida?
Para la mayor parte de las personas (incluyendo las asexuales) una orientación sexual es una experiencia para toda la vida. Las orientaciones sexuales describen patrones de vida que han sido coherentes en el pasado y el presente. Sabiendo lo que experimenta una persona en su pasado se puede esperar que va a ser en su futuro. Sin embargo, algunas personas, de cualquier orientación, son sexualmente fluidas y sí experimentan ese cambio de orientación. Los asexuales en el mismo grado que el resto.

Tengo entendido que el objetivo de vuestra reivindicación, más allá de estar dirigido a la sociedad heterosexual, también es un llamamiento de inclusión que lanzáis a las otras minorías. ¿Cuál es el problema? ¿Agrupaciones como la LGTB no os tiene en cuenta como colectivo?
Yo creo que tiene sentido que las personas asexuales sean parte del entramado global de este movimiento, porque muchos de nuestros problemas vienen del mismo lugar. Se espera de nosotros que tengamos deseo sexual únicamente por gente de nuestro distinto género, y se define nuestro éxito en función a esas relaciones. Opino que los miembros de la LGBT son también los únicos capaces de entender algunas de las dificultades que experimentamos como forasteros a una cultura que no nos acepta, sin embargo, algunos de sus componentes piensan que los asexuales no deben ser incluidos. Estos últimos argumentan que no hemos sufrido de la misma forma o en la misma medida que ellos (y a veces eso es cierto), pero no creo que la cuantificación de cuánto daño han hecho a unos o a otros deba ser la única razón para poder organizar y difundir el conocimiento. Por suerte muchos activistas homosexuales aceptan y entienden que tenemos objetivos similares y que deben ser aliados.

AVEN son las siglas que os representan a nivel internacional. ¿Eres parte activa de esta plataforma?
No personalmente. Tengo una cuenta allí porque es la mayor organización específica asexual on line. Mucha gente ha encontrado en ella un buen recurso para hablar de sí mismos y aprender acerca de otras personas.

Dejas claro en tu libro que la asexualidad no es una enfermedad ni un problema mental ni un caso de homosexualidad escondida. Y reivindicas que hay otras maneras de no ser respetado. Cuando hablas de respecto al asexual, ¿de qué estamos hablando?
El respeto a la asexualidad implica no contribuir a una cultura sexual obligatoria, es decir, esperar que todas las personas tengan sexo y utilizar el éxito sexual como medida de valor de una persona. La mayoría de formas de faltar al respeto a las personas asexuales implican simplemente el hecho de negarse a reconocer que la asexualidad es legítima, cuando se nos presiona para encontrar una respuesta diferente.
La experiencia de la discriminación de las personas asexuales puede manifestarse de muchas maneras: algunas son expresiones más violentas, como la llamada «violación correctiva», que es cuando una persona que se identifica como asexual da a conocer su inclinación y otra piensa que puede ser «curada» si es forzada a tener relaciones sexuales. También es un estigma el rechazo de la familia, los amigos, los compañeros…; y en ocasiones también existe una discriminación institucional, como en el caso de individuos que son despedidos o acosados por no participar en la cultura sexual o no estar dispuestos a aceptar proposiciones de alguien de la oficina. También se nos ha explicado que el matrimonio tiene que implicar sexo y no se acepta la adopción si no se tiene un problema físico. Hasta supone un problema en inspecciones de inmigración, que pueden juzgar un matrimonio como falso si no ha habido sexo entre ellos.
Somos tratados como personas heterosexuales «fallidas» y acosados por esto. A veces, incluso en nuestras propias familias.

30 DICIEMBRE, 2014    Por Jaled Abdelrahim
http://www.yorokobu.es/asexuales/

Entrevista para la prensa nacional

El próximo miércoles 21 de enero, el periódico El Mundo publicará en su suplemento un artículo sobre asexualidad y otras orientaciones aún desconocidas para la mayoría.
Aquí os dejo mi colaboración para el mismo en forma de entrevista.

1- Antes de nada, aclarar algunos conceptos. ¿Qué significa ser realmente asexual? Según me he informado, no es lo mismo un asexual que una persona que por X motivos no quiere tener sexo. ¿En qué se diferencian ambos? Para que la gente lo entienda y así poder quedar todo claro, especialmente en los términos que tantas veces, incluso en la prensa se confunden. 
Efectivamente, no es lo mismo una persona que decide voluntariamente renunciar al sexo que una persona que no siente la necesidad o el impulso de practicar sexo. El primero tendrá una razón para ello y esto, muy seguramente, le producirá algún tipo de sufrimiento. En el segundo caso, la persona puede llevar una vida perfectamente normal ya que no se está obligando a nada. La asexualidad no causa sufrimiento al individuo una vez que el individuo se reconoce como tal. Es tan solo el desconocimiento de esta posibilidad lo que nos hace sentir raros con nosotros mismos. 
La asexualidad es sencillamente la falta de atracción sexual hacia otras personas. Es decir, un heterosexual siente atracción sexual por las personas del sexo opuesto, un homosexual por las de su mismo sexo y un bisexual siente atracción por ambos indistintamente. Los asexuales no sentimos atracción sexual por ningún sexo y eso, quiero dejarlo claro, es algo con lo que se nace al igual que ocurre con las demás  orientaciones. Yo creo que uno homosexual no se vuelve hetero con los años y cuando eso ocurre es porque descubre de pronto su bisexualidad. La orientación sexual no se elije, es algo que uno descubre desde niño y con lo que debe ser coherente. 
2- La asexualidad se puede definir como una condición, verdad? En ese caso, ¿cuándo se da cuenta uno de que es asexual? En tu caso, si se puede contar, ¿cómo y cuándo te diste cuenta? Dicen que en la mayoría de los casos es desde niño, que desde pequeñito te das cuenta, pero ¿realmente es así? ¿Qué sucede, qué ocurre?
Pues sí. Con la asexualidad ocurre como con cualquier otra orientación o condición sexual. Ya desde niño uno siente ciertas pulsiones aunque no sepa identificarlas hasta que no oye hablar de sexo. Luego en la adolescencia, o incluso antes, ya se empieza a notar claramente cuales son las preferencias de cada uno. Los chicos y chicas heterosexuales buscan sus primeros romances y es muy habitual que también se tengan las primeras experiencias sexuales. Quizá, y aún hoy en día, los chicos y chicas homosexuales puedan tenerlo algo más difícil para aceptar su condición en un primer momento y esto a pesar de que la homosexualidad es bien conocida y reconocida en nuestra sociedad. Pero imagina ahora cómo se puede sentir un adolescente que no siente la necesidad de experimentar sexualmente con nadie y que, además cree que tiene que encajar en alguna de las orientaciones sexuales conocidas. 
Esto es lo que me ocurrió a mi. Yo soy una asexual hetero-romántica, es decir, me siento atraída por el género masculino e incluso puedo llegar a enamorarme. Cuando llegó la adolescencia y empecé a tontear con algún chico, más por imitar a mis amigas que por iniciativa propia, me di cuenta de que no sentía nada de lo que se supone debería sentir cuando me daban un beso o recibía una caricia. Me torturé durante muchos años tratando de buscar a alguien que me despertase ese deseo y no me importaba que fuese un hombre o una mujer. Después de  años y de muchas experiencias fallidas decidí aceptarme como soy. Poco después descubrí en Internet la asexualidad y justo ese día se acabaron mis conflictos. 
3- Realmente, ¿cuáles son las razones que te llevan a ser asexual? En tu caso, ¿cómo fue? Sólo en el caso de que pueda ser publicado. Y segundo, por regla general, ¿qué les lleva a la mayoría a ser asexuales? Es decir, y de nuevo, me gustaría matizar: ¿existe motivos que te lleven a ser asexual o es simple y llanamente una condición más que desde pequeño ya se nota y sientes?
Esta es una buena pregunta y quiero insistir en que si existe algún motivo para renunciar al sexo no estamos hablando de asexualidad. 
He escuchado muchas veces a gente decir que en algún momento de su vida fue asexual. Esto no es posible. Nunca he oído de un hetero que haya sido homosexual en algún momento. Yo creo que uno sabe desde pequeño cuales son sus inclinaciones, sólo se necesita saber que las posibilidades son variadas, el abanico es mucho más amplio de lo que la gente conoce y por eso es tan importante la información. 
Asexual se nace y debo aclarar que no es algo que cause padecimiento al individuo por sí mismo. Lo que nos hace sufrir a los asexuales es el desconocer que esta opción existe, porque tengo que reconocer que es extraño incluso para nosotros no sentir atracción sexual por nadie a lo largo de nuestra vida.
4- ¿Una persona asexual puede enamorarse, aunque no tenga sexo? Es decir, compartir su vida con alguien, con algún compañero de vida. ¿Un asexual puede ser pareja de una persona que no sea asexual, es decir, que su pareja sí quiera y necesite sexo? 
Por supuesto que sí. Los asexuales somos gente normal y sentimos las mismas necesidades afectivas que los demás. Nuestro único handicap es que no sentimos deseo por nuestra pareja. Aquí hay algo que es importante matizar y es que los asexuales no renunciamos al sexo, no tenemos ningún tipo de animadversión o rechazo hacia el mismo. Es más, muchos de nosotros tenemos una libido perfectamente normal y disfrutamos del sexo a nuestra manera. Es cierto que nos cuesta un esfuerzo practicarlo con alguien pero eso no siempre es impedimento para hacerlo. 
Conozco a varias parejas asexual-sexual que están funcionando bien aunque, sin duda, lo ideal sería una pareja de asexuales.
Por otro lado, también conozco muchas parejas que se han disuelto por ser uno de los dos asexual sin saberlo. Este tipo de casos conlleva muchas veces largos años de sufrimiento para una de las partes o para ambos. Por eso insisto en la importancia de la información, primero uno debe conocerse y aceptarse a sí mismo y, si hay buena comunicación y afecto sincero, la pareja tiene posibilidades.
5- Cómo explicar a una sociedad tan erotizada como la nuestra, que se vive perfectamente siendo un asexual... Es decir, ¿cómo explicarle a la sociedad que no pasa nada, que es algo normal, que la asexualidad existe?
Yo creo que no hay necesidad de explicar nada, tan solo pedir tolerancia y respeto hacia los demás sean cuales sean sus gustos y preferencias sexuales. El sexo es algo para disfrutar, es algo íntimo y privado que, siempre que no dañe a nadie, es lícito practicar a placer de cada quien. Entiendo que por muy de moda que se ponga la bisexualidad, si tú eres una mujer heterosexual no vas a disfrutar igual que una homo o una bi acostándote con otra mujer. Eso es lo que nos pasa a los asexuales, en cambio sí podemos disfrutar la experiencia de otra forma si es que nos lo proponemos.
La gente aún relaciona la palabra asexual con negación al sexo y no es así. Quizá si entendieran que tan solo es una forma diferente de vivir la sexualidad dejaría de llamarles tanto la atención. Tal vez haya que cambiar la denominación asexual ya que lleva a confusión constantemente.. 
6- ¿Por qué existe tan poca visibilidad, todavía? Y por qué, ahora parece que ya está empezando a ser un poco más visible?
Pues no lo sé. Yo supe de esto hace unos cinco años. Hasta entonces no había escuchado hablar de ello en ningún sitio. En cambio ahora, y gracias al interés que mostráis los medios, se escucha cada vez con más frecuencia el término. 
La asexualidad siempre ha existido, incluso en el mundo animal, pero supongo que no es fácil, ni aún para nosotros, reconocer que no sentimos el sexo como los demás. Tuvo que ser en otros países, como Canadá y América, donde empezaron a salir personas sin miedo a contar sus experiencias. Allí nació el término y allí se han hecho las mejores investigaciones científicas sobre la asexualidad en humanos. 
De todas formas, aún hay un largo camino por recorrer ya que me sigo encontrando artículos que dan información errónea y hay mucha gente aún que tiene dudas incluso sobre nuestra existencia.
7- ¿Qué te llevó, Lucia, a escribir el libro? Todo lo que me quieras contar adelante. 
Fue tal el alivio que experimenté cuando descubrí que era asexual que sentí la urgente necesidad de compartirlo. Mi primer impulso, a parte de contárselo a los míos, fue plasmar mi pesadilla en pequeños relatos que puntualmente subía a mi blog. Me había hecho tanto bien leer los comentarios y aportaciones de aquellas personas que habían vivido lo mismo que yo, que quise devolver el favor. Los relatos breves que colgaba iban teniendo muy buena acogida por parte de mis seguidores y fue uno de ellos quien me sugirió convertirlos en novela. 


Creo que ya he contado lo que quería. Me ha encantado tu entrevista, creo que es la primera que deja de lado el morbo y no se centra en mi vida privada, cosa que por otro lado no aportaría nada al tema, y sí en mi experiencia, desde mis vivencias personales a las que como he constatado nos son comunes a los asexuales. 

Beatriz Gómez Portalatín. Periodísta de El Mundo.