martes, 6 de noviembre de 2012

Vivir sin atracción sexual

Las personas asexuales son el 1% de la población. Cada vez se animan más a comentarlo pero suelen ser incomprendidas y discriminadas. Buscan visibilidad a través de las redes sociales.
SEBASTIÁN RÍOS*
A los 17 años, y de la mano de Google, Hebe "Luli" Cattáneo descubrió su "lugar en el mundo". Hasta entonces, una palabra de significado desconocido daba vueltas en su cabeza, por lo que decidió googlearla. La palabra era asexual, y la definición que le devolvió el buscador se ajustaba perfectamente a lo que Luli sentía.
"Durante toda mi vida tuve cierta indiferencia hacia el sexo, nunca me pareció algo esencial o divertido y siempre intenté evitar situaciones íntimas con otros chicos. Y no me refiero a pequeños besos o abrazos, porque las muestras de cariño me agradan. El problema surgía cuando notaba cierta tensión sexual en el otro, me incomodaba esa situación", cuenta Luli, hoy con 20 años, estudiante de Derecho y fundadora del grupo de Facebook "Yo también soy asexual".
Como les sucede a muchas personas que un día descubren que no sienten ningún tipo de atracción sexual hacia otras, Luli se preguntó si no estaría equivocada. Y si ese sentimiento no podría revertirse.
Una vivencia similar tuvo Sabrina Canessa durante el proceso de reconocerse asexual. "Jamás me sentí interesada por el sexo, nunca tuve ninguna curiosidad ni interés, por lo que en algún momento tuve miedo de que tuviera alguna enfermedad. Pero cuando descubrí que la asexualidad existía, se me fue un peso de encima, porque no había nada malo ni roto en mí", dice esta estudiante de sistemas argentina de 24 años.
Hoy, la asexualidad es considerada por muchos una orientación sexual más a tomar en cuenta a la hora de pensar la sexualidad humana. Eso propone, entre otros, Tony Bogaert, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad Brock, de Canadá, quien ha investigado en profundidad el tema. "La falta de atracción sexual puede ser definida como un tipo de orientación sexual, una cuarta dimensión de la orientación sexual: homosexual, heterosexual, bisexual y asexual", explicó el psicólogo, vía email.
Según Bogaert, alrededor del 1% de la población es asexual, lo que puede manifestarse de dos formas: "Aquellos que carecen completamente de deseo sexual y por lo tanto no se ven atraídos sexualmente por otros, y aquellos que tienen algún nivel de deseo sexual, pero que no conectan con el deseo sexual del otro, por lo que tampoco se ven atraídos por otras personas", explica Bogaert, autor del libro Understanding Asexuality (Comprendiendo la asexualidad).
En cualquiera de los casos, es muy común que las personas asexuales se sientan discriminadas o, cuando menos, incomprendidas. "Muchos se sienten discriminados, e incluso hay algo de evidencia en torno al hecho de que las personas heterosexuales ven a las asexuales en forma más negativa que a los gays o a las lesbianas", dice Bogaert.
"Hay mucho de mitología en torno al sexo, que en algunos aspectos incluso está sobrevalorado -advierte por su parte el doctor Adrián Helien, médico psiquiatra y sexólogo del hospital Durand, y autor del libro Cuerpos equivocados-. Pareciera que, si uno tiene buen sexo, va a ser más feliz, pero en realidad lo que va a tener es... buen sexo. Nada más, no es que a uno le va a ir mejor en la vida por ello. Y si bien el ejercicio de la sexualidad es importante para muchas personas, no lo es para todas. No hay una norma al respecto."
Cuenta Sabrina que cuando le explica a una persona que ella es asexual la reacción primera es siempre de incredulidad. "Me preguntan si tengo un problema hormonal, si me rompieron el corazón alguna vez, si tuve algún trauma en la infancia... Buscan razones o motivos, cuando en realidad no es un error, sino algo con lo que uno nace", dice Sabrina, al tiempo que agrega que al menos en un punto su historia no es la habitual de las personas asexuales: "Yo tengo una familia comprensiva, por lo que nunca tuve que esconder nada".
Luli dice haberse sentido muchas veces incomprendida. "No todos mis amigos entendieron de qué se trataba esto de ser asexual, por lo que algunos optaron por evitar hablar de sexo o incluso dieron por sentado que yo no entendía sobre el tema, por lo que me sentí excluida. Recuerdo que una amiga me sugirió la idea de tener que experimentar más, lo que rechacé, ya que la idea de experimentar algo sexual no me interesa."
De esa necesidad de lograr visibilidad para una vivencia que es normal entre quienes se reconocen asexuales es que en los últimos años han surgido -de la mano de Internet-numerosos foros, grupos de Facebook e incluso ONG que agrupan a la comunidad asexual. La más conocida es la llamada The Asexual Visibility and Education Network (AVEN); en castellano, Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad.
Johanna Villamil, de 27 años, gestora cultural, es, desde Bogotá, Colombia, la coordinadora de la rama iberoamericana de AVEN. "La palabra asexual es un poco rara, un poco confusa, se piensa que va en contra de lo sexual, que es antisexual, cuando en realidad es otro camino u otra opción dentro de la sexualidad misma", dice Johanna en conversación telefónica.
Desde su mirada, la asexualidad es una forma distinta de enfocar las relaciones humanas, lo afectivo y emocional, e incluso la intimidad, pero sin pensar al sexo como necesario. "Estamos en una sociedad que nos enseña que el vínculo más cercano que puede uno tener con otra persona es a través de una relación sexual, y que incluso es la forma indispensable para tener ese vínculo. Entonces, ¿si no te interesa tener sexo quiere decir que no tenés derecho a tener un vínculo o una relación?", dice Johanna.
"Pero que las personas asexuales no sientan atracción sexual hacia otras personas no significa, necesariamente, que no tengan relaciones sexuales -señala-. Por definición, somos personas que tenemos nula o baja frecuencia sexual, y dentro de la baja, se tienen. En mi caso, yo estoy en pareja con una persona no asexual, y tengo un máximo de cinco relaciones sexuales al año." *La Nación/GDA

UNA NUEVA ORIENTACIÓN

La primera conferencia no académica para abordar la asexualidad se desarrolló en la Universidad de Southbank, Londres, en julio pasado, informó The Independent. Michael Doré, organizador de la conferencia World Pride (Orgullo Mundial), dijo: "Queremos que se reconozca la asexualidad como una orientación sexual válida, en lugar de un trastorno o algo que la gente tiene que ocultar".
En la asexualidad, existen cuatro "orientaciones románticas": heterorrománticos (sienten atracción romántica); homorromántico (cuando es hacia una persona de su mismo sexo); birromántico o biamoroso (es aquel en el que la atracción amorosa no se basa en el género de la persona) y arromántico (en estos casos, no sólo no hay atracción sexual, sino que tampoco hay atracción romántica o amorosa de ningún tipo).

NO LES IMPIDE TENER PAREJA

La asexualidad no es (o no debería ser) un obstáculo para formar una pareja, afirma el psicólogo Tony Bogaert. "Una persona puede sentir una atracción romántica hacia otra, aun cuando no necesariamente tenga una atracción sexual. Por eso, una persona asexual puede enamorarse de otra, e incluso puede querer formar una familia." De hecho, explica Sabrina, existen diferentes orientaciones "emocionales" dentro de la asexualidad. "Aunque uno no sienta una atracción sexual, sí puede sentir una atracción romántica, y buscar cierto lazo emocional hacia cierto sexo: puede ser heterorromántico, homorromántico, birromántico o, incluso, arromántico", enumera Sabrina, que se reconoce en el último grupo: no atracción sexual-no atracción romántica.
"Todos somos seres sexuales, todos tenemos posibilidad erótica, el tema es poder tener la libertad y la autoconciencia para ejercerla o para no ejercerla -concluye Helien-. Que a una persona no le interese ejercer el erotismo o el autoerotismo es una posibilidad más dentro de la rica diversidad sexual humana."
Para quienes busquen más información sobre el tema el blog Diarios de asexualidad (http//diariosdeasexualidad.blogspot.com/) reúne artículos que se publican en medios masivos y otra información.
http://www.elpais.com.uy/suplemento/ds/vivir-sin-atraccion-sexual/sds_672218_121028.html

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