martes, 16 de octubre de 2012

Entrevista con Johanna

Vaya mi más sincero agradecimiento para una de las mujeres que más está haciendo por la visibilidad de la condición asexual Johanna Villamil, seguidora de este blog y abanderada de nuestro movimiento desde Bogotá.
Tras haber escuchado la entrevista que protagonizó para un programa de radio y que os invito a ver en esta publicación, no tengo la menor duda sobre la importancia de gestos como este. Los años pasan pero la asexualidad sigue siendo un gran desconocido para el mundo y esto supone un serio problema para cada uno de nosotros y nosotras puesto que debemos seguir ocultando nuestra verdad como si de un delito o enfermedad vergonzosa se tratase.
Por esta razón y con sumo gusto, os insto a visionar los vídeos de la entrevista radiofónica que tan fabulosamente a defendido Johanna.
Por favor, no perdáis detalle!!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

AVISO DE INTERÉS

Hola a todos y todas! Gracias por seguir ahí durante tanto tiempo. Es un honor contar con gente como vosotros y vosotras para enriquecer este humilde blog que solo aspira a ser un pequeño tablón informativo y ayudar así a despejar las dudas que a todos nos agobian cuando se trata de temas tan íntimos como este.
Con esta finalidad nació también la novela que aquí se anuncia y que ahora también podéis encontrar en Colombia, México y Argentina.

Para acceder a ella desde Colombia podéis usar este enlace:
http://www.bubok.co/libros/210897/Diario-de-una-asexual
Para acceder desde Argentina:
http://www.bubok.com.ar/libros/193407/Diario-de-una-asexual
Y para México:
http://www.bubok.com.mx/libros/193027/Diario-de-una-asexual

Espero la disfrutéis mucho y que cumpla su cometido de llevar la asexualidad al conocimiento público para dejar de sentirnos aislados e incomprendidos.
Un abrazo.

martes, 11 de septiembre de 2012

Los asexuales: la cuarta orientación sexual

Por: The Independent | Martes, 21/08/2012 12:13 AM 21 de Agosto.- 



En charlas de patios de recreo, callejeras, en revistas, periódicos y la televisión, en los correos electrónicos no deseados en nuestras bandejas de entrada, el sexo es una divisa común. Sin embargo, una pequeña y a menudo mal entendida minoría de la población es casi totalmente ignorada, los que no sienten absolutamente ninguna atracción sexual hacia otras personas.

Un libro que será publicado en el Reino Unido el próximo mes dice que esos hombres y mujeres, se estima que el 1 por ciento de la población, deben ser reconocidos como una cuarta orientación sexual: asexuales.

El libro del profesor Anthony Bogaert, "Entendiendo la asexualidad", sostiene que un número cada vez mayor de personas se considera asexual. Él cree que los asexuales son "una población poco estudiada" que puede sentirse excluida de nuestra "cultura muy sexualizada". Dice que nuestra sociedad "debe poner sus expectativas en ambos la gente sexual y la asexual, pero en particular en la gente asexual".

Josué Hatton, de 23 años, estudiante de idiomas de Birmingham, está de acuerdo. "Hace tres años, me encontré con la asexualidad, eso lo explicó todo, ya no tenía que mentir a mí mismo. Se supone que los jóvenes tengan algún tipo de sexo casual, eso lo piensa todo el mundo. Ahora me siento más cómodo...." Bogaert, profesor asociado en la Universidad Brock, en Canadá, define la asexualidad como una total falta de atracción sexual. "Hay dos formas: las personas que tienen algún nivel de deseo sexual, pero no dirigen ese impulso hacia los demás (se masturban), y otras personas que no tienen deseo sexual en absoluto".

La primera conferencia no-académica para abordar la asexualidad se llevó a cabo en la Universidad de Southbank, Londres, el mes pasado. Michael Doré, organizador de la conferencia World Pride (Orgullo Mundial), dijo: "Queremos que se reconozca la asexualidad como una orientación sexual válida, en lugar de un trastorno o algo que la gente tiene que ocultar".

El término asexual se hizo popular en 2001, cuando David Jay lanzó el sitio web "Visibilidad Asexualidad y Red de Educación". o Aven. En la actualidad tiene más de 50.000 miembros en todo el mundo.

La comunidad asexual se compone de personas que se definen como hetero-románticas, lo que significa que tienen sentimientos románticos hacia el sexo opuesto, aunque no deseo sexual, homo-románticas, que sienten afecto por el mismo sexo, y bi-románticas.  Traducción: Aporrea.org
http://www.aporrea.org/actualidad/n212475.html

lunes, 6 de agosto de 2012

El sexo del individuo y a quién desea suele determinar su inclinación sexual

EVA ROY*
Ahí va una pregunta a bocajarro: ¿nacemos heterosexuales, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, asexuales... o eso es algo que se puede eligir? No estoy de broma y no me insulten aún. Aquí acabo de plantear un problemón de aúpa. Movidos por las conveniencias, por la cultura, las creencias religiosas imperantes y por el peso de la legislación, se discrimina a personas, se las maltrata, estigmatiza, encarcela y ajusticia, acusándolas de algo tan grave como amar a alguien y no querer o no poder ocultarlo. Por pura supervivencia, por comodidad, practicidad o cobardía, otras, en evitación de los problemas que su sexualidad puede acarrearles, optan por mimetizarse con las acelgas: se autocondenan a la asexualidad u optan por vivir sus relaciones en el mayor de los secretos, recurriendo a escaramuzas lamentables y al engaño para que no trascienda esa parte fundamental de su personalidad.

Porque no pasa nada si se trata de heteros, pero si hablamos de otras realidades, la cosa cambia. Y todos ustedes saben que eso no solo sucede allende los mares en repúblicas bananeras ni en regímenes tercermundistas y dictatoriales. Sucede aquí. Tras la legalización de las parejas de hecho, primero, y después del matrimonio homosexual, la discriminación se produce en menor grado, pero, aunque resulta políticamente incorrecta por carecer de refrendo legal, se da.
La orientación sexual se determina habitualmente en función del sexo del sujeto y de a quién desea: homosexual describe a personas que se sienten atraídas por otras del mismo sexo, las lesbianas y los gays; heterosexual, hacia el sexo opuesto; bisexual, hacia ambos sexos; asexual, falta de orientación sexual, y pansexual, atracción por cualquier cosa o persona o rasgo de ella, concepto incorporado por Freud, padre del psicoanálisis y autor de frases tipo: "La sexualidad humana es perversa y polimorfa".
La pansexualidad freudiana describe la atracción sexual hacia cualquier cosa, implica amor o atracción por la persona, con independencia de su sexo y género (trasciende y supera el concepto bisexual). El sentimiento surge por detalles y valores que no se ciñen estrictamente a la genitalidad, no clasifica a las personas en función de su sexo ni de su género, y que tiene una capacidad potencial de sentirse atraído por cualquiera.
Cabría distinguir dos conceptos, el de orientación sexual y el de preferencia sexual, porque suelen provocar la polémica más acérrima. Si hablamos de condición, de tendencia o de orientación sexual, estamos ante algo que no podemos elegir. Si el objeto de nuestros deseos nos viene marcado por la genética, sentiremos placer, atracción y amor por personas del sexo que sea sin poder remediarlo, y eso sucederá sí o sí, por inconveniente que resulte...
Entonces, parece injusto que haya casos de personas apedreadas, quemadas en la hoguera, encarceladas, perseguidas y demás por una circunstancia tan accidental e innata como ser miope, daltónico, delgado, rubio, alto o pecoso. Pero me pregunto: ¿ha de cambiar el enfoque si se puede elegir? Es decir, si podemos hablar de preferencia y nos situamos ante una decisión que afecta al ejercicio de la libertad individual aplicada al terreno sexual.
Hay quienes desde instancias de poder imponen un modelo homologado de pareja y de familia y marcan hasta las posturas que uno debe hacer en la cama para no perder el pase al cielo y preservar el decoro... Estos grupos, quizá amenazados o incómodos ante la posibilidad de que haya desobedientes que se lo pasen bien de modo distinto y no como "Dios manda" y que se emparejan sin esperar ni remotamente la procreación con la persona elegida, se desgañitan tachando de "viciosas", "amorales", "pervertidas" dichas conductas, y amenazando con el fuego eterno y con la cárcel (dependiendo de dónde se esté) a quienes las practiquen, aunque sean mayores de edad que libremente consienten y no molesten a nadie con ello. Si el ser humano pudiera a voluntad cambiar los designios de sus deseos, la prostitución sería un oficio tan fácil que se extinguiría (porque no sería un esfuerzo practicar sexo con alguien que ya no nos repugnaría, y entonces, ¿para qué pagar?).
Creo también que, a veces, saber si uno es hetero, gay o bi se resuelve de golpe, respondiendo sinceramente a la pregunta del millón: ¿te gustaría meterte eso en la boca? (siendo eso pene o vagina, táchese lo que no proceda). Creo que falta tolerancia; que, si la orientación sexual fuera algo que se elige, pocas personas, tirando a ninguna, se dejarían matar o encarcelar por ejercer su sexualidad conforme la sienten, como también demando respeto si se trata de una forma caprichosa y lúdica de vivir la sexualidad adulta.


*Licenciada en Derecho y Empresa y experta en violencia de género, colabora con varios medios y ha publicado 'Mi lado más hardcore', 'Verdad y mentiras en el sexo' y 'Sexo, amor y cirugía'.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/mas-que-sexo/sexo-del-individuo-quien-desea-suele-determinar-homo-hetero-bisexual-asexual-pansexual-2152181

martes, 31 de julio de 2012

El cuento de nunca acabar



En un mundo cargado de estímulos sexuales, un grupo cada vez más amplio se define por la antítesis. Con bandera e iconos propios, sus representantes nos cuentan qué hacen cuando se quedan sin yerba.

Yo podría haber sido salvaje, podría haber sido libre. Pero la naturaleza hizo sus trucos en mí”. En primera persona, la letra de Pretty Girls Make Graves (The Smiths) en la voz de Morrissey es mucho más que una confesión de partes: es un manifiesto. Y, como tal, tomado y retomado en foros sobre el tema del que podría estar hablando: la asexualidad. Entonces, ¿no al sexo? O mejor: ¿de qué hablamos (nosotros y Morrissey) cuando hablamos de no coger? En un mundo re-cargado de sexo & genitalidad al palo (y estímulos ad hoc ), un grupo numeroso se alza en contra y da vuelta la frase sobre tomar mate: si no hay yerba, no hacemos nada. ¿Qué es la asexualidad? Después de la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad…el cuarto sexo. Nada que ver con el celibato o la virginidad (de Britney a Wanda Nara), que parecía un boom en el cambio de siglo aunque estaba fogueda por la dirigencia Bush. El celibato es una decisión, la asexualidad no es una opción. “Se es”, definen cual emblema existencial- filosófico.
Según datos difundidos por la Red para la Educación y Visibilidad de la Asexualidad (AVEN), un uno por ciento de la población es asexuado. Fácil: entre cien personas que se reúnan para loquesea (en la facu, trabajo, boliche), una carece de deseo sexual y decide no tener relaciones en su vida. Uno de ellos, o vos.
Y las cifras siguen: 57 por ciento son mujeres, 74 por ciento son universitarios, 47 por ciento se denominan heterrománticos, 19 por ciento son arrománticos. Esto último lo explica Hebe Lulii Cattáneo, una platense de 19 años que cursa la carrera de Derecho y se unió a AVEN porque sintió que “había encontrado mi lugar”. “Dentro de los asexuales y, según la atracción emocional o no, pueden diferenciarse los románticos y los arrománticos. Los primeros son los que sienten atracción amorosa (no sexual) hacia otro, pueden ser heterorrománticos, homorrománticos o birrománticos. En cambio, los arrománticos no sienten atracción amorosa. Igual pueden formar parejas y familias, basándose en el interés y cariño mutuo”.
Lulii cuenta: “Durante toda mi vida sentí indiferencia hacia el sexo, nunca me pareció algo divertido como a otras personas. Googleando, encontré la red AVEN y leí cientos de historias de otras personas a las que les pasaba lo mismo que a mí. Entendí que no estaba equivocada, que era asexual. Y les conté a mis amigos porque necesitaba expresar la felicidad que el descubriendo me había causado”. ¿Una nueva manera de salir del clóset? Y con lema propio, que comparten en comunidad: “En broma nos decimos: ¿para qué tener sexo si podemos disfrutar de una buena porción de pastel”. Torta (sin segundas lecturas), “especialmente de chocolate”.
“El hecho de que actualmente un 60 por ciento de la comunidad de Estados Unidos y de Hispanoamérica (alrededor de 19 mil jóvenes) son menores de 25 años evidencia que necesitamos hablar sobre las relaciones humanas y la sexualidad en otros términos”, dice desde Colombia Johanna Villamil, de 26 años. Ella agrega que basa su “ser asexuada” en la experiencia. “Yo empecé a tener relaciones sexuales al igual que muchas personas, como gran acontecimiento de la adolescencia. Y, aunque siempre he tenido encuentros sexuales agradables, durante aquella época estas situaciones estaban rodeadas de un ‘sin sentido’. Rápidamente, me di cuenta de que no era fácil hacer lo que para todos era algo natural o intuitivo”.
¡Fucking sex! Los integrantes de la comunidad sueñan con un tipo de persona y un tipo de amor. Como Carla de Renzo, de 20 años y origen porteño: “Sólo quiero pureza y ternura. Tuve una crisis de identidad hace tres años. No entendía qué me pasaba. Me asqueaba escuchar que todos hablaban de los que se apretaron o con quienes se acostaron. Así empecé a poner en google porque no aguantaba más. Y lo encontré. Desde entonces, digo con todo mi orgullo: soy asexual”. Y agrega que puede haber una media naranja: “Es genial encontrar varones asexuales. Personas adultas. Decís: ‘wow, un hombre sin interés sexual…¡lo quiero ya!’ Lo que la gente confunde es sexo con amor”.
Lulii se explaya: “Las necesidades emocionales dependen de cada persona. Hay asexuales que están más felices solos y otros que prefieren formar una familia o una pareja estable”. Pero, más allá del no contacto sexual en este caso, hay una diferencia entre amigos y pareja: “En pareja, uno tiene intimidad. Lo que ocurre es que, en la mayoría de los casos, la gente entiende por intimidad todo aquello abarcado por el sexo. Y la realidad es que es sólo un aspecto”. Sin reglas en las emociones, Johanna también habla de que lo natural es no seguir “instrucciones”: “Tengo una relación VIP con un chico hace 6 años. Es la prueba de que la felicidad se puede construir afuera de las sábanas”.
http://www.si.clarin.com/cuento-acabar_0_727727230.html

lunes, 23 de julio de 2012

Paralelismos entre asexualidad y homosexualidad


Aunque son dos cuestiones que no tienen nada que ver, a priori, ambas comunidades sufren discriminaciones parecidas.

jueves, 5 de julio de 2012

Los asexuales reivindican el vivir sin sexo y piden no ser discriminados


Se trata de hombres y mujeres que no sienten deseo de llegar a la cama con otros. Dicen que lo suyo no es un trastorno sino una forma de ser. Qué opinan los psiquiatras.

Por Florencia Ballarino
16/06/12 
Como ángeles terrenales, dicen que quieren y pueden vivir sin sexo. Defienden que lo suyo no es un trastorno mental sino una forma de ser. No se definen como heterosexuales, homosexuales ni bisexuales, sino que bregan por el reconocimiento de una nueva orientación sexual: la asexualidad, es decir que son personas que no sienten atracción sexual por otros individuos.
El movimiento nació hace más de una década en los EE.UU., y cada vez gana más adeptos en el mundo. Desde hace dos años tiene su propia versión en español: la Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad (AVEN, por sus siglas en inglés), una plataforma virtual con más de dos mil integrantes.
En la Argentina existe el grupo de Facebook “Yo también soy asexual”, que conforman unas setenta personas dispuestas a “salir del clóset”. Como Sabrina Canessa, de 24 años, que diferencia la asexualidad del celibato. “Célibe es quien siente deseo sexual pero por decisión propia se abstiene de actuar para satisfacerlo. En cambio, un asexual no siente atracción sexual, no hay opción de resistirse a la necesidad porque la necesidad sencillamente no está”. Según ella, la asexualidad no es el resultado de haber sufrido un trauma o tener un trastorno psicológico. “La mayoría no tiene historias trágicas para excusar lo que somos; simplemente nunca nos hemos sentido atraídos a otros de una manera sexual”, dijo.
Uno de los pocos estudios científicos sobre el tema, del psicólogo Anthony Bogaert –de la Universidad de Brock, Canadá–, halló que la falta de atracción por otra persona alcanzaba al 1% de una muestra de 18 mil adultos (ver recuadro).
Sin deseo. “Desde la medicina se habla de deseo sexual hipoactivo. Pero tienen que existir causas para que haya una disminución del deseo, como trastornos de la personalidad, la toma de antidepresivos o disfunciones en la pareja”, explicó Walter Ghedín, médico psiquiatra y sexólogo. “Sin embargo, estos grupos no consideran la asexualidad un trastorno sino una forma de ser. Esta opción no implica no tener alguna conducta sexual, por ejemplo, masturbarse; tiene que ver con la falta de deseo de estar con otra persona”, dijo.
Ahora bien, ¿se puede vivir sin sexo? Para la sexóloga clínica Isabel Boschi, algunas personas pueden vivir sin relaciones sexuales, pero es imposible vivir sin sexo si se lo entiende como sexualidad. “Podemos no actuar la sexualidad con la que nacimos desde un rol social atribuido, pero no podemos dejar de tener genitales, aunque no los usemos. Tampoco podemos negar a las hormonas y el deseo corporal y psicológico que ellas determinan. Sólo podemos dejar de realizar acciones sexuales con nuestro propio cuerpo o el de los otros. Es muy difícil dejar de sentir alguna sensación de placer o displacer producida por nuestras funciones vitales”, detalló.
Los especialistas consideran que, aunque algo controvertido, el movimiento asexual es interesante de analizar ya que se inscribe en una sociedad en la que hay una oferta de sexo cada vez mayor. “La sociedad está sexualizada desde un erotismo mercantilizado, no desde el placer de las cosas sencillas, como una caricia o una buena conversación. Creo que en este sentido es positivo este movimiento, pero está mal usado el término ‘sexualidad’. Lo que ellos plantean es la no genitalidad compartida, porque la sexualidad en sí está en todo el ser humano, desparramada en nuestra creatividad, en las relaciones humanas”, manifestó Boschi.
El movimiento asexual quiere hacerse oír: reclama que la sociedad reconozca sus derechos y que no se los incluya en el nuevo Manual de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales (DSM-V), de la Asociación Americana de Psiquiatría. Para debatir este tema, los activistas harán su propio encuentro científico: la Conferencia Mundial por el Orgullo Asexual, que se llevará acabo el 8 de julio en la Universidad de South Bank, Inglaterra.
 http://www.perfil.com/ediciones/2012/6/edicion_685/contenidos/noticia_0059.html